Amosse Mucavele

Nació en 1987 en Maputo, Mozambique, donde vive. Poeta, curador y periodista cultural, coordinador del proyecto de divulgación literaria “Esculpindo a Palavra com a Língua”, fue jefe de redacción de “Literatas – Revista de Literatura Moçambicana e Lusófona”, director editorial del periódico O Telégrafo, Editor en Jefe del diario Cultural Debate, Editor de Cultura en el diario ExpressoMoz, Colaborador del diario Cultura de Angola y Palavra Comum da Galiza – España. Es miembro del Consejo Editorial de Revista Mallarmargens (Brasil), de la Academia de Letras de Teófilo Otoni (Brasil) y de la Internacional Writers Association (Ohio – USA). Representó a Mozambique en la Bienal de Poesia da Língua Portuguesa em Luanda (2012), en las Raias Poéticas, Vila Nova de Famalicão (2013), en el Festival Internacional de Poesía de Córdoba (2016) y en 2017 participó en una serie de actividades en Portugal: IV Festival Literário da Gardunha, Fundão; VI Encontro de Escritores Lusófonos no âmbito da Bienal de Culturas Lusófonas, Odivelas; Conversa sobre a poesia moçambicana, en el Centro Intercultura Cidade, Lisboa; Conferencia en la Universidade de Lisboa, entre otras. Con textos aparecidos en diversos periódicos del mundo lusófono, publicó los libros: “A Arqueologia da Palavra e a Anatomia da Língua – Antologia Poética”, Revista Literatas, 2013 (coordinador) y “Geografia do Olhar: Ensaio Fotográfico Sobre a Cidade” (editora Vento de Fondo, Córdoba, Argentina, 2016), libro premiado como libro del año en el Festival Internacional de Poesía de Córdoba; en Brasil (Dulcineia Catadora Edições, Rio do Janeiro, 2016); en Mozambique (Cavalo do Mar, Maputo, 2017).
Poemas
Nomeei lugares
onde se esparrama a ternura
e estou só e comigo.
Jorge Luís Borges
retomo a
infância
com a memória que habita
a casa que me devolveu à luz
na sala, ergo o corpo do coração
quando tudo arde
e quando tudo arde
prolongo a polifonia das estórias contadas
em noites onde jaz a saudade
meus avós tinham cabelos brancos
a derramarem em ruínas da minha presença
um rio interminável a luzir
no madrigal cântico dos pássaros
meus avós tinham os olhos de cor nutritiva
perenes nos sulcos do tempo
a soar no tabuleiro da alegria
distantes
acolhem-me nas manhãs rendidas
às pétalas da ausência
na velha casa
a solidão traça uma rotina fúnebre
quando o desejo não sacia as lágrimas
a enxaqueca permanece em vigília
meus olhos assombrosos de tanto chorar
eternizam uma dor já sem nome
nas chaves que as tomo em mãos
ardentes cintila a lembrança
quando tudo se recompõem
no álbum de fotografias
La casa
He nombrado los lugares
donde se desparrama la ternura
y estoy solo y conmigo.
Jorge Luís Borges
retomo la
infancia
con la memoria que habita
la casa que me devolvió a la luz
en el comedor, elevo el cuerpo del corazón
cuando todo arde
y cuando todo arde
prolongo la polifonía de las historias contadas
en noches en donde yace el extrañar
mis abuelos tenían pelos blancos
que derramaban en ruinas de mi presencia
un río interminable a lucir
en el madrigal cántico de los pájaros
mis abuelos tenían ojos de color nutritivo
perennes en los surcos del tiempo
a sonar en el tablero de la alegría
distantes
me acogen en las mañanas rendidas
a los pétalos de la ausencia
en la vieja casa
la soledad traza una rutina fúnebre
cuando el deseo no sacia las lágrimas
la migraña permanece en vigilia
mis ojos asombrosos de tanto llorar
eternizan un dolor ya sin nombre
en las llaves que tomo en manos
ardientes centellea el recuerdo
cuando todo se recompone
en el álbum de fotografías
Traducción de Paola Santi Kremer
E as mães são poços de petróleo nas palavras dos filhos
e atiram-se, através deles, como jactos
para fora da terra.
Herberto Hélder
Nas manhãs
A minha mãe
Abre as vagas incontornáveis da saudade
Símiles da luz ausente que me esculpiu
Entre lágrimas e quedas rebenta a inaudível angústia
Espinhos feridos pela distância assinada pelo medo
E quando o silêncio purifica as paredes da casa
A minha heroína derrete
Na sílaba que renuncia a sua presença
Agora, sinto a fragrância do meu canto
Pela voz obscura dos distantes acenos
Na esperança de açoitar a lápide onde jaz
Com flores seguro a memória emudecida,
uma oração fria se converte em fogo
Entristeço-me quando releio
O testamento do luto
Esta herança indecisa,
Mergulhada num passado descorado
Teu silêncio- língua de sinais que me conduz
Pelos escombros da casa abandonada
Hasteia o altivo sonho de uma criança em ruínas
Permaneço no mesmo lugar de sempre
Onde o dilúvio
Eterno murmúrio dos sonhos presos na tumba.
Se depreende em combustão diária
Antes, porém, transeunte pela noite ausente
Colho a dor agrária
Dos sulcos vazios.
Antes, porém, transeunte pela noite ausente
Colho a dor agrária
Dos sulcos vazios.
Reencontrar el Amor
Y las madres son pozos de petróleo en las palabras de los hijos
y se tiran, a través de ellos, como chorros
hacia afuera de la tierra.
Herberto Hélder
En las mañanas
mi madre
abre las vacantes ineludibles del extrañamiento
Símiles de la luz ausente que me esculpió
Entre lágrimas y caídas revienta la inaudible
angustia
Espinas heridas por la distancia firmada por el miedo
Y cuando el silencio purifica las paredes de la casa
Mi heroína se derrite
En la sílaba que renuncia a su presencia
Ahora, siento la fragancia de mi canto
Por la voz obscura de los distantes gestos de saludos
En la esperanza de azotar la lápida donde yace
Con flores sostengo la memoria enmudecida,
una oración fría se convierte en fuego
Me entristezco cuando releo
El testamento del luto
Esta herencia indecisa,
Sumergida en un pasado decolorado
Tu silencio- lengua de señas que me conduce
Por los escombros de la casa abandonada
Iza el altivo sueño de un niño en ruínas
Permanezco en el mismo lugar de siempre
En donde el diluvio
Eterno murmullo de los sueños presos en la tumba.
Se desprende en combustión diaria
Antes, sin embargo, peatón por la noche ausente
Cosecho el dolor agrario
De los surcos vacíos.
Antes, sin embargo, peatón por la noche ausente
Cosecho el dolor agrario
De los surcos vacíos.
Traducción de Paola Santi Kremer
Os sinos da munhuana estão velhos
Tocam nas enrugadas horas da esperança
Murcha, o cansaço das lembranças estampadas
nas casas de madeira e zinco
E no chão cimentado por pântanos
As rãs fazem ajuste de contas com o eco do abandono.
Mafalala
Las campanas de la munhuana están viejas
Tocan en las arrugadas horas de la esperanza
Marchita, el cansancio de los recuerdos estampados
en las casas de madera y zinc
Y en el piso cementado por pantanos
Las ranas hacen ajuste de cuentas con el eco del abandono.
Traducción de Paola Santi Kremer