Marianela Luna

Marianela -Moli- Luna (ella, elle) nació en Rosario -Santa Fe- en 1988. Trabaja como profesora de inglés, gestora cultural y tallerista de escritura mientras cursa la carrera de Psicología en la UNR. Hasta la era pre-covid19, conducía y organizaba eventos, fiestas y ciclos culturales. En el 2015 creó y editó la revista literaria Femme Fetal en la que publicó a más de cincuenta autorxs locales y de la región. Desde el 2016 es parte de la organización del Slam de poesía oral de Rosario y recorre con frecuencia los circuitos literarios locales así como los slams de Buenos Aires y la ciudad de Santa Fe -ciudad de sus amores- en la que suele presentarse y dictar talleres. Trabajó como columnista y conductora de radio y periodista en revistas locales. Creó contenidos para blogs internacionales y revistas digitales. Muchos de sus cuentos y poemas fueron publicados en diarios y revistas independientes de la ciudad. En 2017 publicó la nouvelle 112 (Casagrande) cuya presentación -a bordo de un colectivo de la línea 112- contó con la adhesión y apoyo de la EMTR y la Secretaría de Cultura. Varios relatos de su primer libro fueron reconocidos por programas de fomento de la provincia y trabajados en escuelas secundarias. En 2017 creó y coordinó el taller de poesía para escuelas secundarias Slam en tu escuela a través del plan Ingenia. Participó como jurado en certámenes literarios de la ciudad (primera edición de Literatura en flor, Alfonsina te lee edición 2020). En 2018 se presentó como poeta y performer en el festival anual de arte Tomada Urbana Ato X en Río de Janeiro (Brasil) que nuclea artistas visuales, músicxs, performers y poetas de Brasil y otros países. En mayo del 2021 publicó el libro de cuentos La velocidad es mi escuela (Brumana). Actualmente, está por publicar Mecanismo de defensa con la editorial La mariposa y la iguana. En la 28° edición del FIPR estuvo a cargo de la conducción de la trasnoche. Esta es su primera vez como poeta invitada.
Poemas
mi hermana escribe poemas
en una carpeta de colores chillones
magenta y violeta
con un chico lindo dibujado en la tapa
los poemas son cortos
y su letra es hermosa
dibuja corazones en los márgenes
y rellena las hojas repitiendo
te amo
una y otra vez
en algunas hojas ama a luismi
en otras a arjona
y en otras ensaya su nombre
junto al de otros chicos de verdad
su carpeta entera
es un ensayo del amor
no hay una página en que no ame
quisiera preguntarle
por los de verdad
y que me cuente todo
como si fuese su amiga
y no su hermana menor
que me diga
subí a las cinco a la terraza
cuando mamá no esté
y cristian no haya vuelto del trabajo
así te cuento del tori
y hablemos bajito
por si los chismosos de al lado nos escuchan
o mejor aún
que a la madrugada nos escondamos
debajo de la cama
y me cuente todo al oído
en medio de risas
hasta que mamá nos descubra
y nos grite qué mierda hacíamos
abajo de la cama
ensuciándonos el camisón
pero soy tan chica
y ella tan madre
que me conformo con ser su pasantía
y residencia
en maternidad
ensayo y error del cuidado
mientras le da la teta a georgina
que no para de llorar
lo que sea
con tal de estar cerca suyo
como tía de su bebéo hermanita menor con ganas de amar
no sé si apurarme a crecer
y despertar adulta
para ayudarla y ser la amiga
que le ceba mates cuando georgina duerme
o quedarme nena por siempre
así me lleva a la plaza lópez
después de cocinarme un guiso de arroz
cualquier cosa
antes que despertar un día
en mi cumpleaños número treinta
sin un mensaje suyo
cargándome otro año más
porque nací un diecinueve de enero
igual que su novio arjona
que es un poeta de verdad.
para una consigna de actividades prácticas
nos hicieron construir una ciudad
con cajitas de cartón
conseguí que mi padrastro donara
las cajas de su ansiolítico
y mamá la del somnífero
y me sentí grande
las traté con respeto
eran
para mí
el packaging de la adultez
las tuve unos días en la mochila
antes de convertirlas edificio
para jugar con mis amigas
a hacerme la grande
les decía
se me parrrte la cabeza
sacaba una caja
y fingía tragar un calmante
de un cabezazo hacia atrás
la clase se volvió
un desfile farmacológico
alzamos casas y escuelas
de analgésicos
antiácidos
y templos de corticoides
nos pidieron también
señalar nuestra casa
amoxidal y aspirineta
corazón del barrio asma
ahí en la esquina
vivía yo.
camino nubarrón hasta la plaza
y siento
mis nubes escoltándome al andar
letrero luminoso de mi angustia
me da vergüenza
cruzarme a alguien que vea
cómo llueve sobre mí
es hora pico y hay niñxs
ostentando alegría
junto a madres botellita sport
y padres de chomba
salmón ayudo en casa
me siento en el banco de siempre
y las canciones de la calesita también
se burlan de mí
igual que los perros
lxs niñxs
perciben mis nubes y se acercan
dos trencitas
a preguntarme cómo estoy
le digo que nublada
forzando la voz
mira punzante dice
que cambie de lugar
que en ese banco
nunca da el sol.