Matías Romaguera

Tiene 28 años, nació y se crió en el barrio de La sexta, a los 19 años tuvo su primer hijo, Gianluca, él fue quien revolucionó su vida. Dejó el fierro por la pecera, la noche por el día. Terminó la escuela primaria y empezó el Eempa. En el año 2017 nació Juana, su segunda hija. El rancho de la música fue el espacio donde se acercó a la poesía por primera vez. Asistió al taller literario en el Empalme Graneros Centro Cultural «La casilla», donde leyó su primer libro Wocoski Chanaski , solo para entendidos. Le interesó la vida de Wocoski y dijo “si él pudo, yo puedo”. Vendía sus poesías fotocopiadas en la Siberia. En el 2015 publicó su primer libro Un relato colorado; en el 2016 sale una segunda edición, presentado en la Biblioteca Argentina. Desde entonces, es conocido como “el colo, el poeta de la sexta”. En el 2017 publicó su segundo libro autogestivo Los paso de la vida y junto a él se estrenó el documental Los paso de un colorado. Ahora sigue en la lucha cotidiana sin bajar los brazos, terminando el Eempa y empezando su tercer libro Actas de poeta.
Poemas
Luchamos por lo que es de uno
por lo que nos quieren arrebatar , adueñar
no somos activistas, somos vecinos organizados
quizás la resistencia innovadora del barrio
la resistencia innovadora no deja pasar topadoras al barrio
demostramos la sangre que corre en nuestras venas
si el barrio soportó gobiernos peores a este
por qué no darle batalla
por eso el barrio se levanta
la sexta se planta
la tierra para los vecinos
eso decimos eso queremos
no nos hacemos los revolucionarios
tampoco dejaremos
que nos arrebaten nuestra casa
por eso recibimos
por eso nos plantamos
por eso armamos una nueva trinchera
Matan a un pibe y de este lado de la pared hablan boludeces
Matan a un pibe y a la vuelta de la esquina el mundo sigue igual
Matan a un pibe bueno y a nadie le importa un carajo,
matan a un pibe bueno, joven y hombre
y la gente sigue como si nada pasará
Esto es una mísera jungla
No me vengan a hablar de avance ni de civilización,
no me vengan hablar de logística ni de razón,
muchísimo menos hablar de inclusión
Si cuando Matan a un pibe los milicos se lavan las manos
Si cuando Matan a un pibe a nadie le importa
Y los que llevan la bandera por el otro no mueven un pelo , ni una emoción
para saber qué pasa
ni quién era ese pibe qué sueños tenía y por qué,
por quiénes luchaba
Yo creo que este mísero mundo es una mierda
Es una mierda cuando Matan a un pibe y todo queda en la nada
pero he aquí otra poesía manifestación poética
Basta de acallar, de hacernos los boludos, basta de masacrar nuestra juventud.