Bahía Blanca, 1972
Vive en Villa Ventana, provincia de Buenos Aires. Publicó los libros de poesía El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado (1997), Mamushkas (1999), Tendal (2001), El collar de fideos (2001), Celeste perfecto (2005), Dantesco (2006), Muchos poemas (2008), El día nuevo (2013), Nomeolvides (2015), Qué lindo (2015) y Caballo de hule (2018), además de libros para niños. Es cantautora en el dúo Las Kostureras y co-dirige la Editorial Maravilla. Integra la antología 53/70 poesía argentina del siglo XXI, publicada por la EMR para el 24 FIPR.
de El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado
Vinieron el zorro blanco, el zorro gris, el zorro colorado.
Me olisqueaban Los dedos de Los pies.
Yo levantaba una pata y la otra como una flamenca.
Entonces vinieron el zorro azul, el zorro plateado, el zorro verde.
No sabían hablar pero se hacían entender clarísimo con movimientos de
sus colas.
Después aparecieron el zorro naranja, el zorro
overo y el zorro violeta.
Se acercaban con falsa timidez.
Más atrás el zorro negro, el zorro púrpura, el zorro
de agua.
Hacían pis para marcar el territorio.
Yo me senté en el pasto y, antes de que empezaran
a comerme poco a
poco, me puse a tejer una cola para igualarlos en
belleza.
Vino la tormenta y los zorros empezaron a correr en
círculos.
No podían pasar las fronteras que ellos mismos
habían marcado.
Me agaché, agarrándome las rodillas hice pis, y se
abrió una puerta.
Salieron los zorros.
Me llevaban en andas sobre sus lomos como una
princesa.
La lluvia los desconcertaba. Los ponía loquitos.
de Tendal
Cada vez que salgo
Una pared
que da justo
a la puerta de mi casa
dice te amo
cada vez que salgo
la leo
en diagonal
está
la esquina del chapista
con el chapista
siempre
en el medio del portón
las partes de arriba de la pared
tiene puntas
de botellas rotas
para que los gatos
no hagan nido entre los fierros
parece un palacio
de El collar de fideos
Debajo de los pinos
el caballo de hule
verde
con lunares blancos
tumbado
duerme
la panza hinchada
las agujas del pino caen lentas
lo cubren
ligeramente
del frío.
Era un animal
todo de fuego
hermoso en su pelaje
despeinado
su presencia
se oía desde lejos
es mi corazón
como palitos que se quiebran
de noche
no podía esconderse
en ningún lado
aun dormido
seguía brillando
pobrecito.
de Muchos poemas
Tornquist
Martes a la mañana
todo el pueblo está trabajando
el panadero el mecánico la maestra
todos trabajan
pero no se escucha nada
porque en ese momento
todos trabajan silenciosamente
es un instante especial
las flores trabajan de estar lindas
las hojas aprovechan
el momento de santa quietud
para ser rondas y corridas
por la calle
libertinas
la hamaca continua
en su eterno yin yan
la plaza es un laberinto
abandonado bajo el sol
en un sector
el lago con patos
patos blancos
y orondos jaspeados.
Siempre fui payasa
Convertía la torpeza en humor
si me caía de culo
si se me caía el helado
si con la bici me chocaba una pared
ahora por ejemplo
ando como una linyera
por un arroyo sin agua
y no me importa nada
y quiero
ser feliz.
de Nomeolvides
mientras va pasando el tiempo
en tanto que viento es
siempre que
como el aire nos dejamos llevar
adonde no sabemos
ahora que te miro bien
tenés algo acuático alrededor del iris
hoy que contabas
los hechos de tu vida
yo veía la costa
del mar cuando atardece
el planeta tierra
visto desde lejos
bajan por la garganta
del tobogán
nenes sacando la lengua
nenas que muestran la bombacha
en las hamacas
árboles con manos de viejo
tiran hojas sobre el banco
se pelean los enamorados
la calesita es
el ombligo del mundo
el corazón
en caballo
en avión
en cisne
giraron tan rápido
que cambiaron el sentido de todo
se está llenando la luna
una vez me la tragué
tuve que esperar que se apagara
menguara su luz
adiós
vas a volver a nacer
en cualquier mujer que esté papando moscas
la mochila pesa como un muerto
pero lleva libros
vida para otros
y se abre el tiempo
es igual al cuore
entra todo junto
malo bueno lindo feo blanco negro
mesas que sostienen
nuestros platos llenos
platos rotos pagan
los del hambre eterno
falta fuerza a la poeta
tan cansada llega
a una casa humilde
vuelve siempre
se despide