Músico y poeta. Publicó los libros El hit del verano (2011) y Vergüenza (2011), ambos en colaboración, y los libros de poesía Fuentes de radio cuasi estelares (2012), Lejos y sin órbita (2012), El Entusiasmo (2013) y La pastilla está adentro (2019). Entre 2017 y 2019 coordinó el taller de escritura en el Instituto de Recuperación Adolescente Rosario (IRAR) y Centros de día, como parte del programa de talleres anuales impulsado por el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe en el marco del FIPR. Como resultado, en 2018 se publicó Sólo soy yo, antología de poemas de los participantes del taller en IRAR.
de El entusiasmo
Terraza con mi perro
Echados al sol del invierno un mediodía
le pido perdón por los años fuera de casa, estos últimos
de ahora en más le aseguro compañía. Y si bien
estamos solos, mi perro y yo, están también
las doscientas baldosas del suelo, las macetas vivas,
una viga sostenida por ladrillos,
la carcasa hueca del motor, su hélice quieta,
una bicicleta sin brillo de cuando éramos chicos
desgastada por las lluvias, el viento, los veranos secos,
una lámina de polvo sobre el área se levanta
en remolinos y va dispersa ya a los balcones
linderos, cúpulas, altillos: plano sobre plano
mil quinientas dimensiones
el secreto humano, variedad en las opciones
de acción y posibilidad a la luz o no del sol, separados
por antenas pero unidos por el mismo despliegue
………….………….………….………….………….………….de cemento,
acá bajo el recorte de un cielo fresco y abierto.
Suerte y lamento
Hoy me acordé de vos
cuando encontré plata en un bolsillo
porque siempre te pasaba
y a mí nunca, y no sabía cómo hacías
y ahora que me pasó entendí
que no hay que hacer nada,
que te la encontrás y listo.
En el pasto del parque cerca de un sauce
Es invierno pero está verde, el sauce, pleno
y no estoy seguro de haber tenido, alguna vez
uno tan al toque, de mi conciencia digo
es una noche clara y luminosa al borde del río
en el pasto del parque cerca de un sauce.
Luna detrás del chorro de un avión ya ancho,
nube quieta al ras del suelo
el pasto huele húmedo,
fiaca tuerce modo vigor.
Después de tres días lluviosos crecieron hongos
en el jardín, blancos y dorados.
El agua penetró en las paredes y expandió la humedad,
cae la pintura, el revoque cae.
Algunas lluvias intensas más tomarán la caja eléctrica.
Todos los días me paro
digiero el problema. Va como loco…
Arranco un hongo,
lo muerdo al sol, apenas, cuidadosamente.
de La pastilla está adentro
Poema dominical
Abro los ojos y en el techo veo
el abanico del sol naranja recién saliendo,
aire reciente en la mañana de la mañana:
minutos apenas posteriores al alba.
Los pájaros del pino comenzaron su trabajo mensajero.
A los ojos de un tercero es así como me veo,
o a los ojos que sobrevuelan
y construyen la idea que tengo
minutos apenas posteriores al alba.
Las perras agradecidas durmieron adentro
en el sillón y con ventilador.
Exprimo jugo, caliento agua,
a la máquina le faltan dos minutos
para darme el pan listo, la programé anoche,
yo mismo me programé anoche pareciera.
El espíritu del domingo
está en la masa del aire
y cuando abro la puerta del patio
sale, se dispersa, se entrelaza
con los espíritus de las demás casas,
aire de aires que sube al parque celeste del cielo
donde van también los espíritus de las demás manzanas,
del barrio y la ciudad entera.
Pongo comida en los potes de los gatos…
con cuánto cargo?
Guitarra y araña
Sobre la mesa dejé
la guitarra durmiendo,
no la guardé y ahora
una araña vive adentro.
Por la boca habrá entrado
y en la noche construido
de pared a pared
en la madera resonante
su propio instrumento
de tela, su casa.
A esta araña,
ahora que practico
le tiembla el mundo
cuando repito este loop.
El sol cuadrado
salió tras el labio
de una neblina fría
y cómo es el estrés
Por el filtro de la crítica no cabe el disfrute,
tentáculos
del árbol me volví
después los demás
son brotes de una misma rama
Surubí bordado con hilos de cobre
cuelga en la pescadería
brilla por sobre los dorados
de Octubre! qué puedo
yo pedirte más que lumbre
siempre de Septiembre, su timbre verde sutil que recubre
con perfume las paredes altas que separan
a personas de la misma zona, desde el patio nuestro veo
el pino del vecino, flor de lavanda gigante
en la otra cuadra sí, pero en ésta para vos
ningún amante, cero!
Levantás la botella
queda su huella perruna:
dos pasos, apoyaturas
-El monedero abierto es una planta carnívora
-No te olvides de tener el pasto cerca
Ahora el sol es reflejo de chapita en el cielo de la mente.
Año nuevo
La lluvia yuxtapone a la cañada su cortina ancha
y al silencio de nuestros hermanos su manto fino:
tienen ellos sus miradas, callados por naturaleza
puerta cerrada de la lluvia que es abundancia
y bendición pero también tristeza.
Qué año que se va! Otro
poema del primero de enero,
cuando tengo que trabajar para ganar dinero
que sirva para impuestos y después recién ahí
el resto, lo demás, soportar discursos abstractos,
publicidades en la calle: pasacalles y carteles
papeles, pantallas, fotos y videos
yo soy tal tengo tal, estos son mis dientes
cepillados con meada de la pampa
vos perdete! pero no pierdas jamás
la música y la escritura, estructuras de belleza
plantas sagradas, comuniones…
Ahí están, ahí, mirá, ves? Ahí:
tu familia, tus animales, los truenos
y los charcos que son de nadie
tenés amistades por todas partes, disfrutá! no seas gil.
Inéditos
Armando
Acabo de conocerte, acá
en la puerta del negocio,
estacionaste tu Ducato modelo 92
y yo te guié
en la marcha atrás para que no chocaras.
Te bajaste y me agradeciste
el ínfimo gesto, tal como lo llamaste:
-ey, porque la gente está en cualquiera ya, ey…
ey, en cualquiera,
decías.
Y como nos caímos bien
y le tiré onda a tu Ducato viajera,
me la mostraste por dentro y hasta abriste el capot:
-ey, mirá el motor, ey…
-está intacto, te dije
no tenías porqué saber que si me abrís un capot
no distingo la batería del motor.
Gusto de escribir poemas
a personas que conozco,
tengo la visión preparada
para otro tipo de circuito.
Siempre a futuro me imagino
con camioneta como la tuya,
es que ahora metería
familia, mascotas, abrigo, comida
y por las rutas bien me iría
a viajar por la Argentina.
El vaso apilable
No sos un vaso más, sos un vaso apilable:
te quieren en hoteles, te quieren en los bares.
Te realza la cualidad de entrar en otro
y que otro calce igualmente en vos
ocupando así menor espacio,
el interior vacío de un cuerpo
que el vaso común
nunca ocupará.